No puedo evitar una cierta sensación agridulce, mezcla de ilusión y pena, cuando entrego un encargo. Aquí veis el último que he hecho, consistía en hacer dos retratos a mi estilo, me ha encantado hacerlos, me lo he pasado muy bien, Conchi me pasó imágenes de sobra y desde un principio le gustó el resultado. Ahora la amiga de Conchi tiene un regalo muy especial en su nueva casa, son irrepetibles y únicos, y llevan un pedacito de mi, aunque suene cursi!! estoy segura de que Conchi sonreirá cuando vaya de visita a casa de su amiga y los vea, y espero que su amiga Teresa los mime mucho!! :)